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Jesse Colombo, conocido como el “Cazador de burbujas” por su experiencia en identificar y advertir sobre burbujas especulativas, se ha ganado la reputación de ser una voz contraria en los mercados financieros. Obtuvo prominencia después de predecir la crisis financiera de 2008 y desde entonces se ha centrado en resaltar los riesgos en varias clases de activos, incluidos bienes raíces, acciones tecnológicas y criptomonedas. Colombo es un firme defensor de la estabilidad financiera y a menudo advierte contra el comportamiento exuberante del mercado. El 7 de diciembre, en una publicación en la plataforma de redes sociales X (anteriormente Twitter), Colombo calificó la propuesta de Michael Saylor de vender todo el oro de Estados Unidos para comprar Bitcoin como «escandalosamente tonta». Atribuyó esta postura a la larga historia del oro como depósito de valor, que abarca más de 6.000 años, en comparación con los apenas 16 años de existencia de Bitcoin. Colombo enfatizó que el papel perdurable del oro en la civilización humana lo hace irreemplazable, particularmente por un activo que, en su opinión, carece del mismo fundamento histórico. Colombo también criticó la evolución de la narrativa de Bitcoin, señalando que su propósito original, como se describe en el libro blanco de 2008, era servir como moneda digital. Sostuvo que el surgimiento de Bitcoin como una “reserva de valor” fue un desarrollo posterior, impulsado principalmente por aumentos de precios especulativos más que por su diseño inherente. Este cambio de narrativa, según Colombo, socava la credibilidad de Bitcoin como activo a largo plazo y contrasta marcadamente con la reputación bien establecida del oro como depósito confiable de valor. En su crítica, Colombo compartió que está trabajando en un extenso informe que describe 25 fallas importantes de Bitcoin y las criptomonedas en general. Su objetivo, dijo, es contrarrestar el creciente movimiento que aboga por la sustitución del oro por Bitcoin, que describió como irracional y emblemático de un período de «criptomanía». Colombo expresó su esperanza de que su informe arroje luz sobre los riesgos asociados con Bitcoin y las criptomonedas, abriendo los ojos de la gente a lo que él percibe como sus vulnerabilidades. Colombo explicó con más detalle lo que considera una de las principales debilidades de Bitcoin: su correlación con los ETF de acciones tecnológicas apalancadas. Afirmó que Bitcoin se comporta más como una acción tecnológica especulativa que como un activo sólido, lo que lo hace inadecuado para las reservas nacionales. Dado que la economía estadounidense ya está muy expuesta a los riesgos de lo que describió como una enorme burbuja bursátil tecnológica, Colombo argumentó que agregar Bitcoin a la mezcla exacerbaría estas vulnerabilidades. En cambio, abogó por aumentar las reservas de oro, que considera una protección más segura contra la inestabilidad económica y del mercado. Al resaltar la naturaleza contrastante del oro y Bitcoin, Colombo se refirió al oro como el “antídoto” contra las burbujas especulativas en acciones tecnológicas, nuevas empresas y criptomonedas. Describió Bitcoin y otros activos digitales como “efímeros” y “criptobasura de Mickey Mouse”, y predijo que el oro superaría los 20.000 dólares la onza cuando estos activos especulativos colapsen inevitablemente. Colombo concluyó su crítica expresando una objeción personal a la propuesta de Saylor. Dijo que no quiere que decisiones como vender reservas de oro de EE. UU. para comprar Bitcoin lo afecten a él o a otros. Si bien reconoció el derecho de Saylor a invertir en tokens digitales, Colombo dejó en claro que se opone a imponer al público decisiones tan especulativas. Reiteró su confianza en el papel probado del oro como salvaguarda financiera y rechazó Bitcoin como una alternativa riesgosa y no probada.

Imagen destacada a través de Pixabay

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