La senadora Elizabeth Warren (D-MA) culpó a las criptomonedas como la causa de la crisis bancaria de EE. UU. Mencionó la quiebra de Signature Bank, el tercer banco más grande de EE. UU., en su relación con los clientes en el mercado de criptomonedas, sin establecer suficientes salvaguardas. El Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York confiscó un Signature Bank el domingo pasado. En una carta al presidente ejecutivo del banco, Joseph DePaolo, Warren exigió explicaciones sobre los desastrosos resultados económicos generados por la institución. El senador acusó al banco de trabajar para debilitar las reglas, prometiendo que eso sería un «buen augurio», para luego destruir el banco con malas decisiones y riesgo excesivo. Warren enfatizó la importancia de aprender lecciones de la quiebra de Signature Bank, enfatizando el papel del Congreso y el público en el proceso. El senador dijo que el banco apoyó los esfuerzos para reducir los requisitos de capital establecidos por la ley de reforma Dodd-Frank Wall Street y dirigió miles de dólares en contribuciones de campaña a los líderes que buscan relajar la regulación bancaria en el Congreso.
Criptomonedas y Bancos
La senadora alegó que Signature Bank no estaba equipado para administrar los riesgos de manera independiente, como le había asegurado al Congreso, y que esta falla resultó en el cierre del banco y su control por parte de los reguladores gubernamentales. Además, Warren afirmó que el banco asumió un «riesgo excesivo» al atender a los clientes del mercado de criptomonedas, como el intercambio Coinbase, la plataforma de infraestructura de cadena de bloques Paxos y el fallido intercambio de cifrado FTX. A diciembre del año pasado, estos clientes representaban alrededor del 30% de los depósitos totales de Signature Bank. Según la senadora, «el banco creía en la narrativa de hacerse rico rápidamente y se sorprendió al aceptar a los clientes de criptomonedas con garantías insuficientes», dijo. Bloomberg informó que el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ya estaban investigando la relación de Signature Bank con los clientes de criptomonedas antes de la incautación del banco. El DOJ analizó si la institución había adoptado medidas adecuadas para identificar posibles actividades de lavado de dinero por parte de sus clientes.