En el Atlantic Festival celebrado en Washington, DC, el 19 y 20 de septiembre de 2024, Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, compartió sus pensamientos sobre el estado actual de la economía y el clima político. Dimon abordó una variedad de temas, centrándose en el entorno económico más amplio, la responsabilidad corporativa y el papel del liderazgo para navegar en la incertidumbre. Dimon expresó su escepticismo sobre la probabilidad de un aterrizaje suave para la economía estadounidense, afirmando: «No contaría mis huevos». Este comentario reflejó su perspectiva cautelosa sobre la situación económica, particularmente en lo que respecta a las políticas de tasas de interés de la Reserva Federal. Dimon enfatizó que, si bien muchos tienen la esperanza de un aterrizaje suave, el resultado sigue siendo incierto. Al hablar de sus experiencias visitando ciudades de todo Estados Unidos, Dimon señaló que fuera de los principales centros urbanos como Nueva York, San Francisco y Washington, DC, la gente se centra en la construcción de comunidades en lugar de en las divisiones políticas o ideológicas. Según Dimon, «La gente está trabajando junta… no está obsesionada con todo lo que obsesiona a la gente en la ciudad de Nueva York». Dimon elogió a estas comunidades más pequeñas por sus esfuerzos para abordar problemas del mundo real, como la falta de vivienda, la educación y el empleo, y señaló que «no están enojados entre sí; están construyendo parques, tratando de conseguir empleos y ayudando a la comunidad local». Dimon también destacó la importancia de la colaboración entre varios sectores (empresas, gobierno y organizaciones sin fines de lucro), y citó a Detroit como un ejemplo de cómo el trabajo en equipo eficaz puede revitalizar las ciudades. Hizo referencia a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y al alcalde de Detroit, Mike Duggan, como líderes que han reunido con éxito a diferentes sectores para abordar desafíos clave como el crimen, la falta de vivienda y la educación. La opinión de Dimon fue que «estos problemas no son demócratas ni republicanos», sino que requieren soluciones prácticas y no partidistas. Cambiando la conversación hacia la política, se le preguntó a Dimon sobre el impacto del expresidente Donald Trump en las empresas. Reconoció que las políticas de Trump habían sido «buenas para los negocios», pero también señaló los riesgos más amplios que conlleva cualquier presidencia. Dimon destacó la importancia de comprender y prepararse para los «riesgos de cola»: eventos extremos e impredecibles que podrían afectar la economía. Dimon afirmó que “todo lo que le sucede a cualquier presidente conlleva riesgos… sus opiniones pueden generar más incertidumbre en el mundo”. Sin embargo, Dimon fue claro en que el papel de JPMorgan, como el de cualquier gran empresa, es servir a los clientes en períodos de incertidumbre y adaptarse a los desafíos que surjan del liderazgo político. Dimon también reflexionó sobre la responsabilidad de los directores ejecutivos y las empresas en un entorno tan políticamente cargado. Si bien se abstuvo de comentar sobre eventos políticos específicos como el 6 de enero, reconoció que tales eventos podrían afectar la forma en que el mundo percibe a Estados Unidos, potencialmente creando inestabilidad. Sin embargo, reiteró que las empresas deben navegar a través de estas incertidumbres y continuar concentrándose en servir a sus clientes. Para Dimon, la clave es adaptarse y mantenerse resiliente, independientemente de quién tenga el poder político.