El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el 18 de diciembre de 2024 que había llegado a un acuerdo a nivel de personal con El Salvador para un préstamo de 1.400 millones de dólares en el marco de su Servicio Ampliado del Fondo (SAF). El acuerdo se encuentra actualmente en la etapa de nivel de personal y requiere la aprobación formal de la Junta Ejecutiva del FMI, prevista para principios de febrero de 2025. La aprobación depende de que El Salvador implemente las acciones previas acordadas, como reformas fiscales, una mejor gobernanza y medidas para limitar el papel de Bitcoin. en la economía. Si se aprueba, el programa desbloquearía 1.400 millones de dólares en financiamiento del FMI y potencialmente catalizaría más de 3.500 millones de dólares en financiamiento adicional de instituciones financieras internacionales. El acuerdo describe un plan de reforma multifacético para mejorar la estabilidad fiscal y económica de El Salvador: Política fiscal: El programa apunta a mejorar el saldo fiscal primario en aproximadamente un 3,5 por ciento del PIB en tres años. Esto incluye medidas ya incorporadas en el presupuesto de 2025, como reducir la masa salarial, recortar el gasto en bienes y servicios y reducir las transferencias a los municipios. Las reformas también apuntan a la sostenibilidad del sistema de pensiones y la movilización de ingresos para garantizar que la deuda pública, que se prevé alcance un máximo del 85 por ciento del PIB en 2024, comience a disminuir. Transparencia y gobernanza: el gobierno fortalecerá la transparencia fiscal mejorando la presentación de informes sobre la deuda, las pensiones costos, empresas estatales y contratos públicos. También se dará prioridad a las medidas anticorrupción, con mejoras en las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Reservas y colchones financieros: Los colchones de liquidez requeridos por los bancos aumentarán del 11,5 por ciento de los depósitos al 15 por ciento para junio de 2026. El programa también tiene como objetivo mejorar los niveles de reservas extranjeras del banco central para abordar mejor los shocks económicos. Adaptación climática y entorno empresarial: Los esfuerzos para modernizar la infraestructura, reducir la burocracia e implementar estrategias de adaptación climática continuar, con el apoyo de los socios para el desarrollo. El acuerdo con el FMI aborda directamente los riesgos relacionados con Bitcoin y propone cambios significativos en su papel en la economía de El Salvador: Adopción voluntaria por parte de las empresas: Bitcoin seguirá siendo moneda de curso legal, pero las empresas ya no estarán obligadas a aceptarlo. Esta medida elimina la disposición de aceptación obligatoria en la Ley Bitcoin original, haciendo que la adopción de Bitcoin sea completamente opcional para el sector privado. Participación limitada del sector público: el gobierno reducirá gradualmente su participación en actividades relacionadas con Bitcoin. Esto incluye eliminar gradualmente la billetera Chivo administrada por el estado y limitar su participación en transacciones y tenencias de Bitcoin. Los impuestos solo se pagarán en dólares estadounidenses, lo que disminuirá aún más el papel de Bitcoin en las finanzas públicas. Regulación y transparencia mejoradas: el gobierno implementará medidas regulatorias más estrictas para Bitcoin y otros activos digitales para salvaguardar la estabilidad financiera y proteger a los consumidores. Se fortalecerán la transparencia y la supervisión para alinearse con las mejores prácticas internacionales, abordando las preocupaciones sobre la volatilidad y la naturaleza especulativa de la criptomoneda. Si bien Bitcoin técnicamente seguirá siendo moneda de curso legal, los cambios propuestos debilitan significativamente su utilidad práctica tanto en el sector público como en el privado. Se está eliminando el requisito de que las empresas acepten Bitcoin y se está reduciendo la participación del gobierno. Estos cambios sugieren que el estatus de moneda de curso legal de Bitcoin puede volverse en gran medida simbólico, ya que su uso será voluntario y su integración en las finanzas públicas será mínima. Los críticos argumentan que esto socava la visión original de hacer de Bitcoin una piedra angular de la economía de El Salvador, mientras que los defensores lo ven como un paso pragmático para equilibrar la innovación con la estabilidad financiera.
Bukele efectivamente ha acordado con el @FMI hacer #Bitcoin moneda de curso no legal, lo que significa que los acreedores ya no están legalmente obligados a aceptarla. El Salvador se convierte en el primer país del mundo en desadoptarse #Bitcoin como moneda de curso legal. Haciendo Historia https://t.co/QpET3hDNTY— ricardovalp en @bluesky (@ricardovalp) 18 de diciembre de 2024
El Salvador ha recibido un paquete de financiación de 3.500 millones de dólares del FMI. ¿El acuerdo? Deshazte de Bitcoin. Revertir el uso de Bitcoin como moneda de curso legal y eliminar su billetera Chivo Bitcoin. Los maxis siempre dicen “el fiat es basura”, pero miren qué rápido el globalista compró a Bukele… pic.twitter.com/qGGlrOc351—Jacob King (@JacobKinge) 18 de diciembre de 2024
Más allá de Bitcoin, el acuerdo tiene como objetivo estabilizar la economía de El Salvador y restaurar la confianza de los inversores. Se espera que las medidas para reducir la deuda pública, mejorar la transparencia fiscal y crear resiliencia financiera atraigan financiamiento internacional adicional. El FMI proyecta que estas reformas ayudarán a El Salvador a mantener un crecimiento económico estable, que se ha visto impulsado por fuertes remesas y turismo a pesar de las crisis climáticas temporales. La inflación está disminuyendo y la situación fiscal está mejorando gradualmente, respaldada por operaciones de gestión de pasivos que han reducido las necesidades de financiamiento a corto plazo.