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Imagínese usar la tecnología para deslizar el dedo hacia más de 5,000 mujeres en Tinder, en busca de esa chispa esquiva. Suena como una búsqueda algorítmica del amor, ¿verdad? Bueno, para el desarrollador ruso de inteligencia artificial Alexander Zhadan, se convirtió en un experimento sorprendentemente transformador, que lo llevó no solo a su alma gemela, Karina Imranovna, sino también a conocimientos inesperados sobre el amor y la conexión en la era digital. Después de que una relación fallida lo dejara desilusionado con las citas tradicionales, Zhadan decidió tomar el asunto en sus propias manos, con la ayuda de la IA, por supuesto. En 2022, comenzó con un guión básico, su “Versión 1”, que se deslizaba hacia la derecha según sus criterios definidos (piense: dos o más fotos, porque aparentemente, las primeras impresiones importan en el mundo digital). No fue perfecto (a veces olvidó información o tuvo dificultades con una conversación natural), pero lo ayudó a conectarse con posibles coincidencias en Tinder. Sin embargo, Zhadan, siempre innovador, ansiaba más. Ingrese a la «Versión 2», impulsada por el poderoso ChatGPT. Esta dinamo de IA trajo las armas pesadas: reconocimiento de fotografías para filtrar los factores decisivos de los signos del zodíaco (sí, ¡algunas preferencias son a prueba de algoritmos!) Y, digamos, contenido NSFW. Incluso segmentó mensajes, silenció conversaciones molestas y, lo más impresionante, aprendió a imitar el propio estilo de escritura de Zhadan. Imagina una IA escribiendo tus frases para ligar: ¡habla de un robot que habla con fluidez! Pero ni siquiera los algoritmos más avanzados pueden predecir las confusas realidades del corazón humano. El robot ocasionalmente se volvía rebelde, prometiendo flores a citas inexistentes o reservando dos veces para él (¿te imaginas la incomodidad?). Fue un crudo recordatorio de que, si bien la IA podría agilizar el proceso, la verdadera chispa proviene de algo más allá de los unos y los ceros. Entonces, Zhadan cambió de rumbo y se centró en sólo cuatro socios potenciales. Fue entonces cuando conoció a Karina. La conexión era innegable y esta vez, la IA pasó a un segundo plano. Él construyó la “Versión 3” específicamente para ella, pero no para automatizar su romance. En cambio, actuó como un puente de comunicación, ayudándolos a mantenerse conectados durante agendas ocupadas y ofreciéndoles consejos sobre cómo navegar sus conversaciones. Piense en ello como un asistente de relaciones digitales, sin chistes cursis. ¡Pero espera hay mas! En un giro verdaderamente alucinante, el propio ChatGPT, después de analizar sus conversaciones, sugirió que Zhadan le hiciera la pregunta a Karina. ¿Y adivina qué? Lo hizo y le propuso matrimonio durante un viaje romántico a Macao, gracias a la ayuda de planificación impulsada por IA. Se casarán en agosto de 2024, lo que demostrará que el amor realmente puede florecer en los lugares más inesperados, incluso con un poco de ayuda del algoritmo.

Fuente: X

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La historia de Zhadan es como un trago de espresso para el mundo de las citas online. Provoca debates sobre el papel de la IA en el amor y las relaciones, empujándonos a cuestionar qué constituye una conexión genuina en un mundo impulsado por lo digital. ¿Fue amor o una combinación optimizada hecha en el cielo del silicio? La respuesta, tal vez, esté en algún punto intermedio. Pero una cosa es segura: es una visión fascinante de cómo la tecnología está transformando incluso los aspectos más personales de nuestras vidas.

Imagen destacada a través de Pixabay

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