Esta primera edición contó con la participación de 200 empresas dedicadas al desarrollo de proyectos que utilizan la criptografía y la tecnología de cadena de bloques, corporaciones, bancos centrales y empresas públicas. Los organizadores del estudio esperan que en esta oportunidad haya más participantes que el año pasado. La investigación está abierta para todos los usuarios y participantes del ecosistema.
Según puede apreciarse en las encuestas, estas buscan estudiar entre otras cosas cómo se aprovechan los recursos y el financiamiento en las empresas de criptoactivos, cómo es la dinámica de empleo y de qué manera es utilizada la tecnología de cadena de bloques. Del mismo modo se analizarán las hojas de ruta y trayectoria de cada proyecto, así como se especificarán los retos que enfrenta la comunidad respecto a la adopción masiva de esta tecnología.
Más temprano este año la Universidad de Cambridge publicó un estudio donde se propone utilizar una plataforma llamada Taintchain, diseñada para discriminar las criptomonedas utilizadas en ciberdelitos del resto de las actividades económicas relacionadas con estas. Según explicaron, las autoridades podrían resarcir a las víctimas al darles su dinero de vuelta, en los casos en donde han sido incautado fondos en criptomonedas.
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Autor original: Luis Esparragoza