Venezuela y un banco ruso se unen para desafiar a EEUU.
Un Banco de Rusia apoyará en el intercambio comercial del Petro. De esta manera la institución financiera ayuda a Venezuela a desafiar las sanciones que impuso el gobierno de los EEUU al comercio del Petro.
Los principales accionistas de esta compañía bancaria son el gobierno de Venezuela y dos empresas rusas.
Las acciones que tiene el gobierno ruso es del 49 % en Evrofinance. Las cuales fueron adquiridas en el año 2011, convirtiéndose en el medio para el comercio entre las dos naciones. También se utilizó este banco para financiar proyectos de inversión en el país venezolano.
VTB Y Gazprombank; son dos importantes bancos rusos que tiene en su poder el resto de las acciones de Evrofinance.
Petro y sus avances en la Criptoeconomía
El lanzamiento del Petro se realizó el 21 de febrero del 2018. El presidente Nicolás Maduro, tomó varias medidas para impulsar el Petro. Desde la creación de Exchanges locales hasta fijar una fecha límite para que las instituciones gubernamentales adoptarán el Petro como forma de pago.
Por el momento no se conoce el monto total de la venta de esta criptomoneda. Según las declaraciones de Nicolás Maduro se habría recaudado $ 3,300 millones de dólares.
El gobierno de Maduro recibió en el mes de marzo, un reconocimiento por la Asociación Rusa de Criptomoneda y Blockchain, por desempeñar el rol de «desafiar a los poderes de facto del actual sistema financiero centralizado.
La criptomoneda venezolana no genera una atracción al inversionista extranjero. Sin embargo; el presidente del grupo ruso Blockchain «Yuri Pripachkin» advierte : «La búsqueda por utilizar medios de pagos alternativos, siempre será una opción frente a las sanciones de bloqueo comercial para los gobiernos que retan las políticas estadounidenses».
En Venezuela se especula del próximo lanzamiento de una segunda criptomoneda, el valor de la misma estaría relacionada con las reservas del oro. Este gobierno está aprovechando la descentralización de las tecnologías Blockchain para eludir las sanciones de un sistema financiero centralizado.