Algunas de las ballenas de criptomonedas más grandes del mundo están excluidas de alrededor de $1,24 mil millones en activos digitales, según nuevos datos compartidos por la firma de inteligencia blockchain Arkham Intelligence sobre las tenencias de las ballenas más grandes que existen. Las ballenas de criptomonedas más grandes, según los datos, tienen un total combinado de $3.5 mil millones en criptomonedas, y la lista la encabeza el fundador de TRON, Justin Sun, con $1.1 mil millones, e incluye al cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin.
Nuestro equipo creó un panel de 10 de las personas más ricas con tenencias de criptomonedas etiquetadas en Arkham. Los 5 primeros: Justin Sun ($1,1 mil millones)
Rain Lohmus ($793 millones – inaccesible)
Vitalik Buterin (782 millones de dólares)
Stefan Thomas (452 millones de dólares – inaccesible)
James Fickel (446 millones de dólares) pic.twitter.com/efOTys9PMo– Arkham (@ArkhamIntel) 15 de abril de 2024
Según los datos, las billeteras de Rain Lõhmus, fundador de LHV Bank, y Stefan Thomas, ex director de tecnología de Ripple, son inaccesibles, a pesar de contener en ellas un valor combinado de $1,240 millones de dólares en criptomonedas. Dada la naturaleza del espacio de las criptomonedas, los fondos son totalmente inaccesibles. Lõhmus, supuestamente incapaz de localizar sus claves privadas, sigue sin acceso a un alijo estimado en 793 millones de dólares. Supuestamente posee 250.000 ETH, acumulados durante su oferta inicial de monedas (ICO) en 2014, y ha expresado su disposición a recibir ayuda de expertos para recuperar su riqueza criptográfica perdida. ofreciendo compartir una parte de los fondos con quien logre recuperarlos. El ex CTO de Ripple, Stefan Thomas, recibió 7.002 BTC en 2011 como pago por crear contenido educativo sobre la criptomoneda insignia, pero poco después perdió el acceso a los fondos después de olvidar la contraseña de un disco duro IronKey que contenía las claves privadas de la billetera. El año pasado, la empresa de seguridad de criptomonedas Unciphered ofreció acceder al disco duro, una oferta que fue rechazada. En cambio, optó por la ayuda de una empresa de ciberseguridad y un investigador independiente, pero el caso aparentemente sigue abierto. Imagen destacada vía Pixabay.