Desde autos sin conductor hasta vehículos conectados a la IoT: transformando así la forma en que conducimos para siempre.
La rápida expansión del Internet de las Cosas (IoT) está viendo cada vez más dispositivos conectados a Internet. Tradicionalmente, estos han sido electrodomésticos y equipos audiovisuales entre otros. Los fabricantes de automóviles, sin embargo, están haciendo una jugada para acorralar este mercado para sus propios fines
El afianzamiento del Wi-Fi en los automóviles abre una vía completamente nueva, de búsqueda que implica que los vehículos se comuniquen directamente con el GPS, el correo electrónico y la transmisión de música.
Para 2020, el informe del mercado de automóviles conectados indica que los servicios representarán aproximadamente $ 40 mil millones anuales. Estos servicios incluyen información y entretenimiento, navegación, gestión de flotas, diagnóstico remoto, notificación automática de colisión, seguridad mejorada, seguro basado en el uso, gestión del tráfico y, por último, conducción autónoma.
La raíz de estas aplicaciones es la Big Data, ya que cada vez se recopilan más datos de sensores remotos; esta información está siendo interpretada y aprovechada para transformar la industria automotriz en una de automatización y autosuficiencia.
Big Data y los automóviles conectados: En realidad, no es un gran esfuerzo la Big Data a la industria automotriz, ya que la mayoría de los automóviles modernos ya contienen tecnología avanzada con numerosos sensores, procesadores y herramientas informáticas de a bordo.
La diferencia es que la mayoría de esta información se genera y almacena localmente, con los automóviles en línea, la conexión a Internet asegurará que todas las aplicaciones y la información estén actualizadas y se compartan con las plataformas correctas.
Con esta tecnología es probable que los fabricantes de automóviles puedan actualizar el software de forma remota, lo que les permite controlar y responder al rendimiento del motor.
Por ejemplo, si el vehículo necesita un cambio de aceite o un nivel bajo de fluido del radiador, el fabricante podrá informar al conductor de forma remota. Las diligencias personales también serán más fáciles, ya que podrá responder correos electrónicos, realizar banca por Internet y pagar facturas en el camino a casa desde el trabajo.
A medida que se recopilan los datos macros de la multitud de sensores, se pueden extraer conclusiones sobre el comportamiento del consumidor, por ejemplo, establecer si existe un vínculo entre la música que escuchan y los restaurantes que frecuentan. Este tipo de conexiones pueden afectar las asignaciones de recursos publicitarios y los presupuestos, y por lo tanto, la información recopilada de los automóviles conectados tiene un valor comercial incalculable.
Estudiante de economía de la UCV. Defensor de las libertades personales y por supuesto también del mercado. Tecnófilo.