Y la idea ha cuajado.
DIálogos visuales, arte colaborativo y colecciones digitales
Cuando se ingresa a DADA se puede observar una serie de imágenes colaborativas en donde hasta tres participantes dialogan a través de creaciones visuales. Hadas, animales, recreaciones de otras obras de arte como la Mona Lisa o la Venus de Botticelli: la plataforma cuenta con una interesante colección de diálogos visuales, en donde se aprecia cómo, a pesar de la diferencia de estilos, realmente hay un intercambio de mensaje. El terreno estético tiene esa amplitud y el Internet, junto a la tecnología blockchain, potencian aún más su alcance.
También tienen una colección en donde los usuarios pueden elegir entre una amplia gama de creaciones, en una galería común, en donde artistas y coleccionistas pueden interactuar de manera directa. “La decentralización permite un sistema entre iguales”, explica Mam, “en el que los artistas y sus admiradores o coleccionistas se pueden relacionar directamente, sin tener que pasar por curadores, galerías o instituciones. Blockchain abre las puertas a un nuevo mercado del arte a millones de personas que solo necesitan tener acceso a una computadora e Internet”, enfatizó.
Para ella, cualquiera puede ser un mecenas. “Comunidades enteras de personas pueden participar en plataformas enfocadas en promocionar y comercializar artistas”, agregó. El objetivo es incentivar un mercado de arte más abierto, democrático y transparente.
Además, esta implementación de la tecnología ayuda a verificar y garantizar la propiedad del arte digital, un elemento fundamental para la cadena de valor generada en este mercado. Pero la tecnología blockchain le da un empujón más a este mercado, ya que a través de los contratos inteligentes se codifican las ganancias de cada uno de los involucrados, de manera que el creador de la obra siempre recibe dividendos por el traspaso de la propiedad.
La experiencia del usuario-artista
“Los contratos inteligentes permiten, por ejemplo, que el artista reciba un porcentaje de ingresos cada vez que se revenda su obra en el mercado secundario; recibe una especie de regalía, lo cual es un avance revolucionario para los artistas, algo que no sucede en el mercado del arte análogo”, agregó.
Esto último fue calificado como algo “inaudito”, por el pintor e ilustrador venezolano, Felipe Muñoz (Cromomaniáco), quien es un reconocido artista dentro de la plataforma.
Autor original: Javier Bastardo
